Regresar a la piel

fecha de publicación: 17/10/2011

ilustrador/es

• Martín Vidal, Beatriz

Los niños pequeños desean que los cojan y los abracen, y si crecen sin esos abrazos, pueden morir de un fenómeno conocido como «marasmo infantil». Literalmente los bebés se abandonan y pierden todo interés por la vida. Pero ninguno de nosotros puede prescindir de la necesidad de un contacto cálido y empático. Por eso no hay nada mejor que las manos atentas de otra persona abrazándote y acunándote, o quizá ofreciendo un masaje, deshaciendo suavemente los nudos de los músculos y haciendo que las tensiones se desvanezcan. Todos tenemos hambre de conexión física y añoramos el calor de ese contacto que nos entiende, esa conexión táctil en completa y simple sintonía, y la reparadora relajación que proporciona.

Stella Resnick , "The pleasure zone"