un mundo iluminado
fecha de publicación: 31/12/2015
Ya es de noche. Y ya estarán preocupados por vosotros. Marchaos a casa y, si queréis, podéis venir de vez en cuando a nuestro escondite en las montañas, podéis quedaros con nosotros durante unas horas, o durante un día entero o más. Y mientras tanto tened mucho cuidado de no contagiaros también vosotros de la enfermedad del desprecio y la burla. En vez de eso, podíais intentar alejar poco a poco a vuestros amigos, o al menos a algunos de ellos, de las vejaciones. Habladles. Hablad también a los que ofenden, e incluso a los que maltratan y a los que se alegran de la desgracia ajena. Hablad a todo aquel que quiera escuchar. Intentad hablar incluso a quien se burle de vosotros, a quien os critique y desdeñe. No les hagáis caso e intentad seguir hablando sin cesar.
«Es posible que un día cambien los corazones y bajemos de la montaña, es posible que nazca en nosotros un corazón nuevo y todas las criaturas, hombres y animales, y todos los que comen carne se acostumbren a comer tolanios en vez de depredar. Entonces también nosotros, todos mis amigos y yo, así como Nimi el potro, podremos salir de la cueva del bosque, volver al pueblo y vivir hasta el fin de nuestras vidas n sus casa y sus patios, en los campos, en los pastizales y en la ribera del río, y mi sentimiento de venganza se desintegrará y caerá de mi como la piel seca de una serpiente, y trabajaremos, amaremos, pasearemos, cantaremos, tocaremos, jugaremos y charlaremos sin depredar y sin ser depredados, y también sin burlarnos los unos de os otros. Ahora, marchaos en paz. Y no olvidéis. Incluso cuando crezcáis y seáis mayores, y tal vez tengáis vuestros propios hijos, no olvidéis.»
Amos Oz , "De repente en lo profundo del bosque"
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